Podré
retar la vida cruel que nos envuelve
Que
dejarán sin duda el alma partida, herida
Pero
jamás tu orgullo profundo intenso,
Que
dejaría las almas solas, melancolías,
Cual
rosas o pétalos sin capullo, entre espinas
Mares
sin arena, sin olas retozando.
Orgullo
cruel el único motivo
Que
da en tu corazón satisfacción.
Tal
vez rete los celos indefinidos
Que
nunca manifiestas
Cuando
digo que hay cuatro
Por
una que sustituyen
El
contigo, pero nunca tus orgullos,
Esos
son intensamente tuyos,
Intocables,
inmensurables.
Aún
así tu vida, en mi existencia
Están
unidas aunque nunca seré tu
Pretendiente,
pero si parte de tus sombras;
Nubarrones
cada vez más negros
Que
presagian tormenta gris,
Ojalá
nunca te mojen,
Ni
te toquen pero si me ahoguen
Sombras
cada vez más negras,
Que solamente se iluminan cuando
Estamos juntos tu y yo, tu amor y orgullo
Las dos llaves mágicas para
Conocer cuánto me quieres
Que siempre será más cuando dobleguen
Tu bello amor y tu orgullo por mi.
Paradojas de la vida sombras
Que existen por nuestro amor
Sin ellas estoy muerto, inexistente
Porque sin nosotros soy como la
Nada, un vacío, un área etérea
Que sólo se llena con tus besos
Confieso, ese vacío sin sentido.
Me gusta que me ames cual cumplido,
Me gusta sin masoquismo delirante
Que llores por nosotros, me gusta
Que tu orgullo vivo y tan vibrante
Mantenga en jaque nuestro cariño,
Y que por tu orgullo arriesgues
El todo por el nada, juego de ruleta
Póker de la vida, cubículos de números
Que dan o quitan; orgullo cruel, orgullo bello.
Que suspira y no se vence, como la música
En la que viven o te muestran canciones
Que escoges algunas veces por amor,
Y muchas por orgullo, mujer extraña
Que te meces en el tiempo y espacios de la
vida
Pocas veces por amor cuatro veces por orgullo
Entre el cariño puro del amor
Por eso pues solo retaré al orgullo;
Y a la inmensidad profunda de tu amor.